lunes, 14 de enero de 2008

Retrato de Eugène Boch (1888)

Para entender la pintura de Van Gogh conviene estudiar también su vida y conocer las distintas etapas por las que pasó durante su intensa vida. Porque él en su obra plasmaba su vida, sus sentimientos y sus momentos personales, tanto buenos como malos.

Cuando llegó a Arlés en febrero de 1888 vive una etapa de pesimismo pero entusiasmo a la misma vez. Su pintura es un reflejo del paisaje que le rodea, pero en cambio sigue sin vender una sola obra, viviendo continuas crisis. Pinta casi sin descanso, en apenas un año realiza más de cien acuarelas y dibujos y unos doscientos cuadros con un estilo muy personal. Los contornos son más claros, un decisivo trazo y emplea colores puros.


En agosto de 1888 escribió una carta en la que se refería así al lienzo "Retrato de Eugène Boch" ( pintor belga amigo suyo):

"Para terminarlo voy a ser ahora un colorista arbitrario. Exagero lo rubio de la cabellera, llego a los tonos anaranjados, a los cromos, al limón pálido. Detrás de la cabeza en lugar de pintar el muro banal del mezquino departamento, pinto el infinito, hago un fondo simple del azul más rico, más intenso que pueda confeccionar, y por esta simple combinación, la cabeza rubia, iluminada sobre este fondo azul rico, alcanza un efecto misterioso cómo la estrella en el azul profundo".


Van Gogh ahora pintaba empleando colores que el relacionaba con sus sentimientos y con su estado de ánimo. Esta teoría también sería empleada por los posteriores fauvistas. Cuando estás realmente frente a la obra te das cuenta de lo que Vincent nos quería hacer llegar. Al menos yo comprendí muchas cosas y me hizo pensar y reflexionar...

2 comentarios:

Víctor Manuel Pizarro / Ciudad-dormida dijo...

¿El retrato de Van Gogh?
Una historia curiosa

A principios de los años 90 un artista llamado Tom Stanford ojea antiguas fotografías en un anticuario y descubre un daguerrotipo que le resulta vagamente familiar. Lo compra por un dólar y se lo lleva a su casa. Una vez allí, y tras un concienzudo análisis de la fotografía, llega a la conclusión de que se trata del mismísimo Van Gogh. Los datos concuerdan; el retrato es obra del fotógrafo Víctor Morin, que se dedicó a tomar fotografías de clérigos locales de Bruselas hacia 1886. Sin embargo, a la pregunta de si Van Gogh pudo pintar su autorretrato a raíz de de esta supuesta fotografía, el Museo Van Gogh de Ámsterdam tiene una clara respuesta: NO.

Caro dijo...

Hola. No se exactamente a que te refieres con lo del retrato...Te refieres al de Eugéne Boch? Porque está expuesto en el Musée d´Orsay y no creo que expongan un lienzo atribuido a Van Gogh sin comprobarlo al cien por cien. Quisiera que me aclares tu mensaje, por favor...